VOSS Fluid es una empresa preocupada por la sostenibilidad y el desarrollo de tecnologías respetuosas con el medioambiente. Esto la ha llevado a apoyar nuevos tipos de propulsión avanzada. Y entre ellos la compañía se ha convertido en una auténtica especialista en la tecnología de hidrógeno.
El hidrógeno: la gran alternativa al carbón, el petróleo y el gas natural
El hidrógeno es una fuente de energía de cero emisiones que se está consolidando como una de las más firmes alternativas a sustituir gran parte de las funciones que hoy en día resuelven combustibles fósiles com el carbón, el petróleo o el gas natural. Ya sea con su uso en pilas de combustible o en aplicaciones industriales, la tecnología de hidrógeno contribuye a reducir drásticamente la emisión de gases de efecto invernadero.
Cómo se produce el hidrógeno
Dado que el hidrógeno puro no se encuentra en estado natural, para obtenerlo es necesario extraerlo de los compuestos en los que se encuentra. Los principales son el agua, los combustibles fósiles y la materia orgánica (biomasa).
A nivel industrial, los dos métodos más comunes de obtener hidrógeno son:
- A partir de hidrocarburos, preferentemente gas natural o hidrocarburos de cadena larga como la gasolina. Se utiliza para ello el reformado con vapor, que consiste en someter a los hidrocarburos a altas temperaturas y presiones para dividirlos en hidrógeno, diósico y monóxido de carbono.
- A partir del agua. En este caso se lleva a cabo la electrólisis, que utiliza la electricidad para dividir el agua en hidrógeno y oxígeno. Si la electricidad procede de fuentes de energía renovables como la eólica, la solar o la hidráulica, entonces el hidrógeno resultante se denomina hidrógeno verde. La idea de convertir el excedente de electricidad en hidrógeno resulta una forma especialmente atractiva de aprovechar eficazmente los picos de producción de las fuentes de energía sostenibles.
Retos únicos del hidrógeno a alta presión
Pero con el hidrógeno no todo son ventajas. Su uso también plantea importantes retos.
- Las altas presiones y temperaturas exigen requisitos técnicos muy elevados a los sistemas de procesamiento de hidrógeno.
- La molécula de hidrógeno es la más pequeña del mundo, y esto provoca rápidamente la fragilización de los metales. Los átomos de hidrógeno penetran y se sitúan en posiciones preferenciales de la estructura de otros materiales, deteriorando así su ductilidad, sus propiedades físicas y su comportamiento mecánico.
- Su elevada inflamabilidad obliga a extremar el cuidado en la implantación de las normas de seguridad. En comparación con las fugas de petróleo, por ejemplo, las de hidrógeno no suelen detectarse hasta que es demasiado tarde.
Por todos estos motivos, cuando se trabaja con hidrógeno es muy importante contar con una tecnología de conexión adecuada. Especialmente en aplicaciones de alta presión (hasta unos 700 bares), se requieren soluciones que puedan soportar esta presión en el sentido más estricto de la palabra. Pero el hidrógeno también presenta dificultades en el rango de baja presión (hasta 100 bares), donde los plásticos, por ejemplo, son demasiado permeables.
Conductos de acero inoxidable para los sistemas de hidrógeno
Este es precisamente el reto que se ha marcado VOSS en su gama de soluciones de conexión para sistemas de hidrógeno, en los que es esencial evitar incluso las más pequeñas fugas. Por eso recomienda para todo tipo de usos los conductos de acero, que de todos modos son el estándar en la gama de alta presión. Aunque son más caros que los tubos de otros materiales, la inversión merece la pena. Con el acero inoxidable, muchos problemas quedan descartados desde el principio.
En resumen, los requisitos técnicos de los sistemas para procesar hidrógeno son elevados. Pero el esfuerzo merece la pena. El hidrógeno es, sin duda, una fuente de energía del futuro. En VOSS van a seguir investigando mucho para así afrontar el reto global del cambio climático.
Si necesita más información acerca de la tecnología de hidrógeno, consulte nuestro equipo de expertos.